Si desea dedicarse a la agricultura pero no tiene los recursos para adquirir una tierra productiva, los ejidos pueden ser una opción a considerar. En esta lectura le explicaremos en qué consisten los ejidos y cómo puede convertirse en un ejidatario.
También le informaremos sobre los requisitos que le solicitarán para este proceso. Siga leyendo para conocer más al respecto.
¿Cuáles son los requisitos para ser ejidatario?
Para ser ejidatario en México, existen ciertos requisitos que deben ser cumplidos.
1. En primer lugar, es necesario ser ciudadano mexicano y, en la medida de lo posible, ser mayor de edad. Sin embargo, en caso de ser heredero de un ejidatario, no existe una edad mínima para adquirir este derecho.
2. Asimismo, si tiene personas a su cargo, también puede optar por ser avecindado del ejido correspondiente, siempre y cuando cumpla con los requisitos internos que éste establezca. Cabe destacar que cada ejido puede tener sus propios requisitos internos para otorgar la calidad de ejidatario.
Responsabilidades del ejidatario
Las leyes mexicanas, específicamente la Constitución y la Ley Agraria, establecen tres tipos de tierras ejidales:
• Tierras parceladas: estas son propiedad de un individuo y tienen el derecho de aprovechar los frutos del terreno, aunque no pueden venderlo, solo enajenarlo a otros ejidatarios.
• Tierras de uso común: son zonas que se encuentran dentro de los límites de los terrenos ejidales y son comunes para todos los vecinos, pero no pertenecen a nadie en particular.
• Tierras para asentamiento humano: estas tierras son propiedad del estado y se destinan para que las personas de bajos recursos puedan habitarlas, aunque no pueden ser utilizadas como propias.
La revolución agraria que tuvo lugar en México fue un proceso en el que el estado expropió grandes extensiones de tierra a los hacendados para distribuirlas entre las personas más pobres que carecían de viviendas.
Estas tierras no podían ser vendidas, pero sí trabajadas y heredadas. Los beneficiarios de estas tierras son los llamados ejidatarios, quienes tienen derecho al uso y disfrute de estas parcelas.
¿Cómo se acredita?
Existen diversas formas de acreditar los derechos agrarios.
-Una de ellas es a través del certificado de derechos agrarios emitido por las autoridades competentes.
-Otra opción es presentar el certificado de las parcelas y los derechos en común.
-También es posible acreditar los derechos mediante una sentencia o resolución emitida por un tribunal agrario.
En cualquier caso, es importante contar con la documentación necesaria para poder acreditar la posesión y el uso de las tierras ejidales.
¿Qué es un ejidatario?
El término «ejido» se refiere a un tipo de propiedad colectiva establecida por la ley agraria en México, la cual se originó como resultado de la reforma agraria durante la Revolución Mexicana.
La ley agraria de 1915 definió el ejido como un terreno colectivo e indivisible que no podía ser vendido ni heredado. A lo largo del siglo XX, la legislación sobre ejidos ha sufrido cambios según los proyectos económicos del gobierno. Originalmente, el ejido era un tipo de propiedad comunal anterior a las reformas liberales.
La definición del DRAE indica que es de naturaleza comunal y se localiza en terrenos eriales, siendo utilizado para ganado, trilla, cultivo o depósito provisional.
Debido a su naturaleza como tierras baldías, los liberales las consideraron aptas para ser repartidas a las comunidades indígenas para su explotación en común; sin embargo, en el siglo XIX, los bienes de las comunas fueron desamortizados, concentrando las tierras en pocas manos, incluyendo a hacendados y empresas petroleras, deslindadoras y ferroviarias. La ley agraria de 1915 abolió este sistema y consolidó la reforma agraria durante la presidencia de Lázaro Cárdenas en 1934.
Los gobiernos que participaron en la Revolución Mexicana retomaron el concepto de ejidos como un sistema de tenencia de la tierra.
El propósito principal de la reforma agraria mediante el sistema ejidal fue restablecer la propiedad de aquellos que habían sido despojados de sus tierras durante la desamortización civil, además de incluir a campesinos sin tierra. Las personas que tienen derecho a la propiedad ejidal son conocidas como ejidatarios, tanto hombres como mujeres.
¿Cuál es la importancia del ejidatario?
La importancia fundamental de los ejidos radica en su capacidad para convertir tierras baldías en tierras productivas. Esto se logra a través de la organización y trabajo colectivo de los ejidatarios, quienes cultivan y aprovechan el terreno de forma eficiente y sostenible.
Además, los ejidos representan una forma de propiedad y tenencia de la tierra que busca garantizar la igualdad de oportunidades y acceso a los recursos naturales, especialmente para aquellos que históricamente han sido marginados y excluidos del sistema agrario. De esta manera, los ejidos contribuyen al desarrollo económico y social de las comunidades rurales y a la conservación del medio ambiente.
¿Cómo funciona en México?
Se trata de una propiedad de tamaño reducido que tiene un límite general de 100 hectáreas en tierras de riego, o una superficie equivalente en otras clases de tierras menos productivas, que pueden llegar a ser hasta 150 hectáreas si están destinadas a cultivos como algodón, y hasta 300 hectáreas si se cultivan caña de azúcar, plátanos, hule, café, henequén, vid, palma, vainilla, olivo, quina, agave, cacao, árboles frutales o nopal.
Si la propiedad está destinada a la cría de ganado, se permite el espacio suficiente para alimentar a 500 cabezas de ganado con forraje o pasto, o más animales si son de menor tamaño.
Diferencias entre terreno ejidal y privado
• La propiedad del terreno ejidal: El terreno ejidal pertenece al estado y es asignado a un ejidatario, mientras que un terreno privado le pertenece legalmente a la persona que lo adquiera.
• El proceso de escrituración en terrenos ejidales: Al comprar un terreno ejidal, se entrega un certificado de derechos que acredita a la persona como beneficiaria para hacer uso del suelo por parte del estado, mientras que en terrenos privados se debe realizar el proceso de escrituración en el Registro Público de la Propiedad.
• Propósitos de uso específicos en terrenos ejidales: Los terrenos ejidales están destinados para los propósitos que la Asamblea Ejidal especifique, como pueden ser la construcción de escuelas o hospitales, o bien, su aprovechamiento para fines agrícolas. Por otro lado, un terreno particular permite la realización de diferentes proyectos inmobiliarios, siempre y cuando se disponga de documentación que apoye estas modificaciones.
No obstante, existe la opción de que el ejido sea designado en terrenos de uso habitacional para que una vez que el ejidatario adquiera los derechos pueda disponer sobre el uso de la tierra. En resumen, los terrenos ejidales son diferentes a los terrenos privados en cuanto a propiedad, proceso de escrituración y propósitos de uso específicos, aunque también tienen sus excepciones.