Las personas que experimentan ansiedad severa a menudo sienten preocupaciones intensas y miedos abrumadores todos los días. Esto puede hacer que sus vidas sean difíciles y afectar cómo trabajan y se relacionan con otros. La ansiedad a menudo se desencadena después de experimentar una situación de pánico significativa, lo que deja huellas tanto en el cuerpo como en la mente.
Pero es importante entender que la ansiedad no es un solo problema; en psicología, se clasifica en diferentes tipos según los síntomas que presenta. Cada tipo de ansiedad se aborda de manera distinta. Identificar qué tipo de ansiedad afecta tu vida te brinda una mejor oportunidad de tratarla a tiempo y mejorar tu calidad de vida.
Durante el primer año de la pandemia, aproximadamente el 43.7% de la población buscó ayuda profesional debido a problemas relacionados con la ansiedad, según datos del CIS. Este trastorno se ha vuelto cada vez más común tanto en niños como en adultos, llegando a ser la novena causa más importante de enfermedad y discapacidad en personas de 15 a 19 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La salud mental de los alumnos puede ser impactada de diferentes maneras durante el aprendizaje en línea, tanto de manera positiva como negativa. Esto puede tener efectos en su educación, vida social y bienestar emocional. Los estudiantes que enfrentan desafíos de salud mental pueden tener dificultades adicionales en la escuela y en su vida como adultos. Por otro lado, aquellos que no tienen problemas de salud mental pueden sentirse más entusiasmados en su educación y disfrutar más de sus interacciones sociales y otras experiencias.
Los estudiantes que reciben apoyo adecuado de sus familias, escuelas y comunidades tienden a tener una salud mental positiva. Estos estudiantes se sienten ansiosos y emocionados por participar en eventos sociales y actividades extracurriculares. Además, demuestran un mayor interés en sus estudios, retienen información de manera efectiva y avanzan de manera constante hacia la graduación, desarrollándose de manera social, emocional y académica.
Algunas señales de alerta que podrían indicar que un estudiante está teniendo dificultades en su salud mental incluyen:
1. Falta de concentración: Dificultad para enfocarse y comprender conceptos.
2. Bajo rendimiento académico: Retención deficiente del material de estudio, lo que afecta su desempeño académico.
3. Participación reducida: Menos participación en sus estudios, lo que lleva a la disminución de la asistencia y la participación.
4. Retraso en el progreso: Dificultad para planificar su futuro, lo que puede resultar en deserción escolar u oportunidades perdidas.
5. Menos interacción social: Menos interacción con sus compañeros, tanto dentro como fuera del aula.
6. Falta de entusiasmo: Baja energía y falta de interés en actividades divertidas.
Es importante destacar que estos comportamientos pueden tener diversas causas, algunas relacionadas con la salud mental y otras no.
Consejos para mejorar la salud mental en alumnos y familias
• Fomenta el sentido de pertenencia: Establecer conexiones y un ambiente acogedor es clave para el bienestar de los niños. Relaciones positivas entre estudiantes, personal escolar y padres son esenciales para promover la salud mental.
• Desarrolla la resiliencia: La capacidad de recuperarse de la adversidad es crucial en la vida. Fomentar la conexión, la competencia, la ayuda a otros y la afrontación exitosa de situaciones difíciles puede fortalecer la resiliencia.
• Promueve competencias: Los niños deben sentir que pueden superar desafíos y alcanzar metas a través de sus acciones. Lograr el éxito académico y desarrollar intereses individuales les brinda confianza y habilidades para lidiar con el estrés de manera positiva.
• Crea un entorno escolar seguro y positivo: La seguridad es fundamental para el aprendizaje y la salud mental. Fomenta comportamientos como el respeto, la responsabilidad y la amabilidad, y evita el acoso escolar. Establece reglas claras y disciplina justa, con supervisión en áreas comunes.
• Enseña y refuerza comportamientos positivos y toma de decisiones: Brinda expectativas y apoyo consistentes. Educa a los niños en habilidades sociales, resolución de problemas y manejo de conflictos. Reconoce y refuerza los comportamientos valiosos para los demás.
• Fomenta el apoyo a los demás: Los niños deben saber que pueden marcar la diferencia en la sociedad. Ayudar a otros refuerza la autoestima, la conexión y la responsabilidad personal, además de generar reconocimiento positivo.
• Promueve la buena salud física: Una salud física adecuada contribuye a una buena salud mental. Hábitos alimenticios saludables, ejercicio regular y sueño suficiente protegen a los niños del estrés. El ejercicio también reduce emociones negativas como la ansiedad y la depresión.
• Educa sobre la salud mental: Proporciona información sobre los síntomas y la ayuda disponible para problemas de salud mental. Esto ayuda a comprender y reducir el estigma en torno a la salud mental y permite a los adultos y estudiantes reconocer cuándo buscar ayuda.
• Asegura el acceso a apoyo de salud mental en la escuela: Los psicólogos escolares, consejeros y trabajadores sociales pueden ofrecer una amplia gama de servicios de salud mental. Esto incluye desde apoyo conductual hasta asesoramiento individual y grupal, además de derivaciones a servicios comunitarios.
• Proporciona una variedad de servicios de salud mental: Colabora con recursos de salud mental en la comunidad y ofrece información de contacto a los padres. Esto garantiza que los estudiantes tengan acceso a una gama completa de servicios de salud mental.
• Crea un equipo de respuesta en caso de crisis: Prepararse para emergencias es esencial para proteger la salud física y mental de los estudiantes. Los equipos de respuesta en casos de crisis deben incluir a administradores, personal de seguridad y profesionales de salud mental que trabajen con recursos de la comunidad para brindar apoyo en situaciones de crisis.
La educación emocional desempeña un papel crucial en la mejora de la salud mental de los estudiantes. A través de ella, los estudiantes aprenden a reconocer y regular sus emociones, lo que les permite conocerse mejor y prevenir problemas relacionados con la salud mental.
Algunos expertos sugieren que la educación emocional debe abordarse de manera integral y no limitarse a momentos específicos en el aula. Hablar sobre emociones y conflictos cuando surgen es esencial para brindar apoyo emocional a los estudiantes.
Además, algunos alumnos pueden experimentar una disminución en la ansiedad al asistir a la escuela desde casa durante el aprendizaje en línea. Esto puede deberse a la reducción de la presión social y la posibilidad de crear un entorno de estudio que se adapte a sus necesidades y preferencias. Por ejemplo, pueden trabajar con música de fondo o en un lugar que les ayude a concentrarse mejor.